La música popular, sea cual fuera
el género o estilo, encuentra sus inspiraciones en los más profundos y genuinos
sentimientos humanos.
Podemos hallar entre los tópicos
más recurrentes, canciones de amor a la pareja, desesperación por la pérdida de un familiar amado (sin lugar a duda que la madre debe ser el familiar más invocado),
dificultad para juntar el dineronecesario para mantener a la familia en condiciones dignas, mujeres solteras
que afrontan embarazo teniendo que
decidir sobre el futuro del mismo a corta edad, o sobre la sensación amarga que sufre el hombre al ver a su inmaculada madre apoyar la ñata contra los barrotescarcelarios para darle un beso a su hijo querido…
La música popular interpela al hombre que la
escucha, le habla de sus vivencias, lo invita a la reflexión personal y lo convoca a apaciguar sus desesperaciones
y/o encarar sus anhelos, supliendo con su armónica presencia a aquel amigo del
alma que sabe aportar la luz en las noches oscuras, aconsejar del modo correcto
y con las sencillas palabras que tal vez ningún letrado, por más que recite de
la A hasta la Z un voluminoso diccionario del idioma castellano, podrá jamás encontrar.
Y que hay, estimado amigo lector,
del paso del tiempo?. El hombre mira impávido su devenir, ajeno a sus dominios,
inaccesible a sus determinaciones, imposibilitado de detenerlo, avanzarlo,
retrocederlo, manipularlo, flexibilizarlo…
Observa el paso del tiempo con
respeto y admiración, porque le da la sapiencia de la reflexión; porque encuentra
en su devenir la razón y el entendimiento para disfrutar de las cosas más
sencillas de la vida, y que son las únicas que hacen al ser humano el ser vivo
más pleno que existe en el planeta tierra y, corriendo el riesgo de
extralimitarse por culpa de la efusividad que nos provocan estas líneas, del
universo.
Observa el paso del tiempo con melancolía,
porque con él se van sus recuerdos queridos, de seres que hoy no están y que nos resultan necesarios para afrontar los días, porque así como nos dota
del conocimiento y una capacidad reflexiva cada vez mayor, transforma a cada segundo el
presente en pasado, nos dice con un despiadado cachetazo de realidad que el
paso del tiempo nos traslada hacia el ocaso, a la muerte última y final.
Sobre el derrotero del hombre, el
inexorable paso del tiempo, que permite al ser humano elevar su capacidad de
amar con vehemencia y profundidad, pero que a la vez lo encamina al inevitable final, a la decadencia de su capacidad física hasta
que ya sus órganos se entregan a él, al paso del tiempo, gastados ya de vivir
la vida… Decíamos, sobre el paso del tiempo es al fin y al cabo a lo que
refiere esta hermosa cumbia. A su salú.
2 comentarios:
Estimadísimos, para cuándo la cumbiamba cachonda a calentar este invierno sureño?? Abrazos amorosos desde Villa La Angostura, provincia del Neuquén.Gimena
Extrañamos el sur!
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