Imbuidos de la liturgia cumbiera continuamos buceando en la historia.
Hand Of God |
La Gran mayoría de los integrantes de la orquesta han sabido nacer durante este decenio, muy cercano en el tiempo, plagado de sucesos imborrables.
Honrar la memoria de todos aquellos que aportaron, con el accionar de su espíritu, compartiendo su arte, a la inmensa cantidad de piezas tropicales legadas a la humanidad, es uno de los motivos principales de esta tribuna, sabiendo que las omisiones cometidas no son producto del desinterés como si lo son de las propias limitaciones de nuestro intelecto.
No es sencilla la tarea, si grata. Cual tamborilero que repiqueteando busca con sus requiebros pulsar la fibra intima que nos pertenece a todos, así buscamos luz entre las palabras para mencionar sucesos que han construido, entre otras cosas, “la movida tropical”.
Nos vemos obligados ahora a remontar las aguas que hasta aquí nos trajeron, a desandar el camino para retomarlo vigorosamente y viajamos con nuestra imaginación y en el tiempo hasta los albores de la década del cincuenta, y nos cuenta Antonio Darío:
“Naci en Almagro (1938) comencé en la música de muy joven, a los trece años, tocando el bongó en cabarets, en el bajo, para las rumberas, tocaba chachachá, guaracha, los ritmos que estaban de moda. Y al mismo tiempo tocaba en la orquesta Toni Sefalí, de ahí salieron los cinco latinos, y luego a los quince ingrese en el ballet folclórico de la embajada de Colombia, allí aprendí muchos ritmos tocando con músicos colombianos, entre ellos la cumbia. Luego forme parte de Marbella, donde eran todos colombianos menos yo, ahí ejecutaba lo que llamábamos la batería tropical, que era una batería convencional con el agregado de unas timbaletas.”
La pregunta del lector en esta instancia cae de madura, ¿Quién es Antonio Darío? Pues bien, caro lector, Antonio Darío no es otro que el mismísimo Coco Barcala, fundador de La Charanga del Caribe y autor de innumerables éxitos cumbiamberos. El mismo nos sigue contando:
La Charanga del Caribe |
“Marbella sufrió una escisión por un desacuerdo con el cantante, por un lado quedamos el pianista, el guitarrista y yo, y por el otro el resto. Para ese entonces estábamos tocando en dos confiterías, una en flores y otra en el centro, enfrente al teatro nacional en la calle corrientes, el cantante se quedo con el nombre de Marbella y la confitería de flores, nosotros fundamos La Charanga del Caribe y nos quedamos con la confitería del centro. Ahí hacíamos dos entradas, una más temprano en la que no había nadie y yo insistía en tocar cumbia, hasta que venía el gerente, un tal Barranco ¡todavía me acuerdo! Y nos decía: “no muchachos, el tatatá tatatá no, toquen lo que le guste bailar a la gente!”
Se refería a el chachachá y la guaracha.
"Un día, durante una de esas primeras entradas aparecieron dos señores que, luego de que terminamos la primera entrada, se nos acercaron y dijeron que eran de la CBS, querían que grabemos, nos estaban buscando. Decían que la gente buscaba discos de la charanga del Caribe y como en esa época había mucho conjunto fantasma, (grababa cualquiera, le ponían cualquier nombre, y no existía el grupo en realidad) ellos querían vernos en vivo, si de verdad existíamos… Y ahí nos contratan para grabar en CBS COLUMBIA. Cuando nos dijeron que había que estar a las ocho de la mañana nos volvimos locos, ¡¡¡ hasta las doce no existíamos!!!”.
Esa primera grabación fue “Al amanecer”, el primero de muchos éxitos de la charanga y Coco afirma que fue el primero en grabar cumbia con una formación muy similar a las de hoy en día, con teclado, guitarra, bajo eléctrico, tumbadora, timbaleta y güiro.
A todas luces queda demostrada la clara visión de Coco, que luego continuaría su carrera como solista sin parar de generar éxitos (Santander de batunga, Juan Valdez, la mosca y el mosquito). Luego de un parate durante la última dictadura militar (prohibidas las reuniones, prohibidos los bailes), recomienzan las bailantas donde se bailaba chamamé y en 1981 abre sus puertas Tropitango en la zona norte del conourbano bonaerense, boliche emblemático y pionero, ligado a Colombia por gusto y estilo. Ya entrada la década del ochenta Coco comienza a trabajar con uno de los maximos referentes de la movida, Riki Maravilla, produciendo y tocando las timbaletas. A partir de ese momento produjo a la gran mayoría de los exponentes de la movida tropical (Pocho la Pantera, Alcides, Gladys, Gilda, Los Moros, luego Comanche y muchos más). Percusionista efectivo de Leader Music, dato no menor, muchas de las percusiones grabadas en la compañía provienen de su genio.
La conciencia cierta del caldo en que se cultivan las misturas culturales no es algo a lo que podamos referirnos así como así, apenas la podemos vislumbrar y sus vivos destellos nos atraviesan el corazón con la dulzura del amor.
Cierto, concreto e incalculable es el aporte de Coco Barcala al sonido de la cumbia aquí en la Argentina y más que evidente su participación en el sonido característico de la década del ochenta, a la cual nos continuaremos refiriendo, abordando otros factores que han sabido dar forma a todo lo que hoy llamamos “La Movida Tropical”.
Agradecimiento enorme, especial y cumbiambero a Facundo Vera y Fernando Isaías.
3 comentarios:
Los felicito, esta series de historia de la cumbia son geniales.
Por cierto, excelente el video dle Riki Maravilla previo a la "pizza con champagne" y a los liftings.
Gracias Luis.
en el video de Riki aparece Coco! Personaje que no nos cansaremos de reivindicar, y en el tema El Camaron, inferimos sin temor a equivocarnos que Coco toca las endiabladas timbaletas!!! salú
Recién descubro este blog. Bravo, excelente trabajo historiografico de nuestra querida cumbia❤️🌴
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